Este Tigre era la revelación del torneo, este Tigre venia comiéndose los “chicos crudos” se comentaba en la populosa tribuna local. Cuando Maglio dijo basta, muchas realidades salieron a la luz.
Por que Lanús mostró chapa, de buen equipo y mucha entrega, fundamental. Y con un resultado totalmente mentiroso le gano a Tigre 2 a 1.
Y la ilusión sigue su rumbo, se encausa y es empujada por varios de los pibes, los del club, los que por momentos hacen delirar a la tribuna con jugadas cargadas de magia, como un toque vertiginoso en el primer tiempo que culmino con un tiro de Blanco, cerca.
Hay que decir que Cabrero-Zubeldia dieron en el “Blanco” con Sebastián, dándole la posibilidad de suplantar a un pálido Aguirre que ojala vuelva a su nivel, pero hoy por hoy la diferencia es notoria.
Sand con su unipersonal habitual desnivelo por momentos, nos dio el gol luego de un claro penal y sigue sumando en su racha goleadora.
Pelletieri (de selección) jugo un partido enorme y Fritzler que no venia haciendo un gran partido luego de una jugada “pipiana” (aunque no guste) coloco un cabezazo perfecto que puso la ventaja mas que merecida. El centro de Valeri, prodigioso.
Tigre poco y nada, con jugadores de otra categoría (“B”) como Galmarini, el padre debe tener mucho que ver con su titularidad y capitanía. Rescatable lo de Lázaro, por su juego de espalda al arco, mientras que su arquero Islas seguramente este pasando el mejor momento de su carrera con algo de fortuna y muy buenas atajadas.
Lanús le sigue sumando puntos a favor a su juego, ahora con una jugada de “laboratorio” que sigue dándole armas a un equipo que por momentos no deja dudas, y justifica claramente su posición en la tabla. Si en las últimas fechas, logra reflejar en el marcador las situaciones creadas, diremos que el sueño es posible.
Mientras tanto, seguimos esperando el milagro…
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