domingo, 17 de febrero de 2008

LANUS 3 - DANUBIO 1


El orgullo nacional

Será cuestión de incinerar prejuicios. En esta Copa el denominador parece ser común: la chapa ya poco asegura. La billetera tampoco. No basta con un Loco, con una Bruja o con un Cabezón para celebrar por anticipado. Todo se trata de un largo proceso y la Libertadores tiende a un peligroso equilibrio. Los logros se revalidan minuto a minuto. El Deportivo Home Run en Venezuela te puede sacar una carrera, una vieja delantera de la B Metro te puede dejar sin aire en Ecuador, un grupo de docentes te puede aplazar en Perú. Lanús, el último campeón, la jugó callado y por abajo contra Danubio, la Universidad del fútbol charrúa en tiempos de repreguntas para Peñarol y Nacional. Anoche el ejemplo de lucha lo puso el Pepe Sand, que empezó con mala puntería pero le dio la asistencia a Acosta y pudo hacer su gol porque nunca se rindió. Alguien tenía que ganar y dejar bien parado al país, ¿no? De pie, amigos. Volvió el Grana, el orgullo nacional.

MARTIN MACCHIAVELLO