lunes, 25 de agosto de 2008

Cuestión de actitud…


El vamos los pibes ya no encaja en este equipo, por que salvo Faccioli los que restan ya no pueden cargar ese rotulo. Varios partidos disputados en la primera sostienen esta afirmación. Pero ese trayecto quedo vacío de algo, los pibes nunca se convirtieron en hombres. Por que después del campeonato ganado la falta de actitud es notoria y las respuestas no aparecen. El único fin que existe en la cabeza de los jugadores hoy es Europa o México y la salvación económica tan ansiada. Como si veinte o treinta mil dólares no alcancen para vivir.

Entonces en el juego se ven plasmadas estas realidades, Pelletieri, Valeri y Sand son los casos más representativos del “yo me quiero salvar”.

Llego el tiempo de volver a los pibes, Grana, Quintana, González, Benítez, Ramírez, Cano y Dovetta deberán tomar la posta y llenar de frescura nuevamente a este equipo pálido. De lo contrario avecinaran tiempos difíciles, la Copa Libertadores el año próximo y una mala cosecha de puntos serán conflictivas para el futuro reciente. Los dirigentes volverán con sus manotazos de ahogados a insistir con fichajes pésimos (Balvorin) y la idea que tanto nos enorgullece del semillero granate quedara otra vez en segundo plano.

Síntesis del partido: Boca Juniors 2-Lanús 1
Boca Juniors: Javier García; Hugo Ibarra, Julio Cáceres, Gabriel Paletta y Morel Rodríguez; Fabián Vargas, Sebastián Battaglia y Neri Cardozo; Leandro Gracián; Ricardo Noir y Martín Palermo. DT: Carlos Ischia.
Lanús: Carlos Bossio; Rodolfo Graieb, Santiago Hoyos, Emir Faccioli y Velázquez; Diego Valeri, Agustín Pelletieri, Matías Fritzler y Adrián Peralta; Santiago Biglieri y José Sand. DT: Luis Zubeldía.
Goles: PT 6’ Sand; 29’ Vargas. ST 23’ Chávez.
Cambios: ST Lucas Viatri por Palermo; 15’ Cristian Chávez por Cardozo; 22’ Sebastián Blanco por Valeri; 26’ Eduardo Salvio por Peralta; 29’ Nicolás Ramírez por Biglieri; 33’ Nicolás Gaitán por Gracián.
Arbitro: Diego Abal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La soberbia que transmite Calvente en sus comentarios es similar a la demostrada por los jugadores dentro del campo de juego. Creerse superior al resto de los equipos es un error demencial. Lanús construyó todo lo logrado desde la humildad. Había una época en que el equipo disputaba cada pelota como si fuera la última, no daba por perdida ninguna, corrían como bestias, sudaban la camiseta y, así, disimulaban sus limitaciones, que las había. Y cuando podía jugar lindo, lo hacía. Pero nunca negociaba la entrega, la lucha, el fervor. Hoy, la realidad es otra: se evidencia en la cancha desgano, desidia, indiferencia. No hay actitud, se camina la cancha con paso cansino. No hay ganas. Entonces, eso nos convierte en un equipo del montón. Es lo que somos. ¿Creer que íbamos a golear a Gimnasia de La Plata? Una locura. Ellos, corriendo, con ganas, con voluntad, nos superaron durante todo el segundo tiempo y no nos ganaron porque el partido no duró cinco minutos más. Algo parecido podría sucedernos con los jujeños, un equipo que va a dejar la vida en cada pelota. No somos más que nadie y hasta que los jugadores y ciertos tipos que se dicen periodistas partidarios no se den cuenta, seguiremos chocanco con nuestra propia obstinación. La principal clave para salir del mal momento: recuperar la humildad, en todos los órdenes. Porque, señores, la camiseta del Grana se tiene que transpirar, y si no, no se la pongan...