Hagamos la más fácil. Miremos para otro lado a la hora de echar culpas. Si hay un responsable que excede a 'la falta de suerte' es William Mc Crum, ese arquero irlandés del Milford Everton FC que observando, allá por 1891, que el fútbol se estaba degenerando a las patadas, elevó una nota a la International Board con una sugerencia: infracción en el área rival provocaría un tiro libre directo, un penal. Entonces, pintaron un punto a 11 metros del arco y, con los años, crearon nuestra más presente pesadilla. ¿Exageración? ¿Tanta historia por pifiar tres seguidos y en partidos consecutivos? No. Ya es una cuestión generacional. Si, por caso, analizamos el derrotero del 2005 hacia acá, se denunciará el desperdicio de 15 disparos sobre 33. Es decir, Lanús falló el 45% de los penales concedidos. Y con ocho ejecutores diferentes (Sand, Velázquez y Graf en el top three). ¿Qué hacemos? ¿Seguimos con el casting o nos tomamos las cosas de otro modo? Tal vez, haya que ajustar el pie y las dosis de Prozac. O hacer la más fácil y apuntar el dedo acusador hacia el pobre Mc Crum...
MARTIN MACCHIAVELLO
NdE: Sand por enésima vez... jugá para el equipo.
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