lunes, 20 de octubre de 2008

¿Perdió Lanús?

Atacó, dominó campo y pelota, creó situaciones muy claras y transformó en figura a Daniel Islas. ¿Qué más hay que hacer para ganar un partido? Meterla y mucho, porque cuando el rival se viene genera peligro y no falla. Y menos este Tigre, que transpira efectividad y además tiene la fortuna necesaria para pelear arriba.

Pero lo de Lanús no es casualidad, sino causalidad. Y allí están las consecuencias. No es la primera vez que la zaga entrega tantas facilidades y que el arquero inunda el área de inseguridad (ni será la última vez). Se había mejorado ante el pobre Huracán, el golpeado Independiente y el Argentinos que se mantiene en la Sudamericana y sufre en el Apertura.

¿Se había mejorado? El Matador, que está sumamente afilado y escolta a San Lorenzo, demostró que fue todo un espejismo, que el fondo continúa sin encontrar equilibrio, que necesita tener un caudillo, una voz de mando, alguien que pegue un grito, que ordene y no se desordene. Refuerzos, se necesitan.

Fue una noche esquiva para Sand, Salvio, Blanco y compañía. El Pepe falló lo que nunca había fallado con la camiseta granate. Ningún reproche para el goleador del campeonato, el emblema de este equipo y ahora hombre de Selección. Así y todo, Lanús marcha sexto, a cinco unidades del segundo. ¿Malo? ¿Podría ser mejor?

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